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Tiene ya unos cuantos años. No se cuanto tiempo más me acompañará. Relato esto a finales del mes de mayo del 2008 y aún me sigue rodeando.-
Más allá de la absoluta imposibilidad de que me comprenda, simplemente he plasmado y expuesto el hecho, como algo que también llamó mucho mi atención y al mismo tiempo le rindo mi homenaje a su inexplicable, pero al mismo tiempo, tan particular actitud.-


Traslado al jardín

 
Concluídas entonces las tareas primarias dentro del garaje, debía entonces abocarme a ubicar el castillo en el lugar definitivo que ocuparía en el jardín del frente de la casa.-
 
Imposible poder calcular con exactitud cual era su peso, pero si pude estimarlo con cierta aproximación basándome en algunos cálculos y otras estimaciones. Pude calcular en principio el peso de la plataforma de base. Esto se logró con relativa facilidad. Simplemente calculé el volumen de hormigón y lo multipliqué por su peso específico. Esto me dio como resultado que sólo la base pesa aproximadamente unos doscientos kilos. El resto de las estimaciones de peso, fueron algo un poco más complicado, ya que calcular el volumen y por consiguiente peso de los muros y los edificios (que tuve además que tener en cuenta que son huecos), además del peso de los techos y piso, resultó una tarea que obviamente pudo darme como resultado final apenas una aproximación.-
 
En líneas generales, creo que su peso total probablemente era en ese momento entre unos 300 a 350 kilos.-
 
La idea era colocarlo en una posición que lo mantuviera elevado unos treinta centímetros sobre el nivel de suelo, para a posterior, construído el foso que lo cincundaría, crearle unas laderas que lo hiciesen aparecer como enclavado en un promontorio.-
 
Con esa finalidad, decidí entonces construir seis puntos de apoyo. Fueron entonces seis cimentaciones con sus correspondientes columnas de subida o pilares. Cuatro de ellas estarían en los vértices de la base y las otras dos hacia el centro, a ambos lados del edificio central y en el sentido longitudinal de la estructura.-
 
Resulta más que obvio destacar que tuve que sacar medidas muy exactas (no podía cometer errores en este sentido) ya que tenía que lograr que esos puntos de apoyo y sobre todo en los vértices, en el momento de apoyar el castillo sobre ellos, no se apretaran los caños que conducen las líneas eléctricas. Otro factor que tuve que tener además muy presente, es que el nivel entre los seis puntos tenía que ser exacto, para que el peso se distribuyera de manera uniforme.-
 
Hice los pozos, armé los conjuntos de hierro, coloqué los encofrados de madera y medí una y otra vez decenas de veces.-
 
Chequeadas al máximo todas estas medidas, procedí al apuntalamiento de todos los encofrados para evitar cualquier movimiento y los llené de hormigón.-
 
Secado el material, desarmé los encofrados y tapé los huecos de los pozos con tierra apisonándola con mucho cuidado. La idea es que la parte de la columna que quedaba enterrada no fuera a moverse en ningún sentido.-
 
 
 
 
 
Para mover una estructura de tanto peso, estuve evaluando más de una posibilidad. En principio pensé en utilizar un autoelevador. Pero desistí de esta idea por dos razones: la primera, que el ancho del garaje y las posibilidades de enganche y maniobra dentro de él eran muy limitadas y segundo, que por más experto que fuera su operador, siempre existe el riesgo del fallo humano o mecánico.-
 
La segunda opción que manejé, fue utilizar varias personas que levantaran la estructura tomándola por los bordes, pero también desistí de esto por el riesgo que significaría en caso de que flaquearan las fuerzas por la proximidad que cada uno tendría, sobre todo con sus piernas y pies en caso de una caída, como asimismo por el temor, al ser tomada por los bordes, que se fisurase o incluso partiese la losa de base ya que todo su peso central estaría absolutamente suspendido en el aire.-
 
Como solución final opté entonces por utilizar unas vigas de hierro que excediesen ampliamente el largo de la estructura y que permitiría no solo ubicar varias personas en sus extremos, sino además repartir el peso mucho mas equitativamente ya que se apoyarían ambas a lo largo de toda la base. Como complemento de esta acción, se cruzarían otras dos en sentido contrario que ayudarían a mantener los equilibrios y permitirían también sumar más personas y por consiguiente fuerza para el movimiento.-






 
 
 
Convoqué entonces a un grupo de amigos y vecinos para que me ayudaran a efectuar esta compleja maniobra. Coordinamos un día y una hora y allí estuvieron con una absoluta actitud solidaria, tan propia de nuestra gente.-
 
Ya desde los días previos tuve que luchar con inmensos temores. A ese momento ya le había dedicado al castillo gran parte de los tres años de haberse iniciado su construcción. Mil incógnitas rondaban mi mente. Sería posible levantarlo ? Al hacerlo, sería posible que pudiésemos mantenerlo en alto y quitar todos sus puntos de apoyo antes de iniciar el movimiento de traslado ? No se partiría ? Darían las fuerzas de todos luego para llevarlo hasta su lugar ? Al bajarlo, coincidirían sus cimentaciones con lo previsto ? No se golpearía y destruiría en la bajada ? No quedarían los caños de las luces atrapados entre la base y las columnas ? No se lastimaría nadie en el intento ?







 
Lentamente todos estos temores se fueron alejando. Se pudo levantar bien, sin fracturarse. Se quitaron rápidamente los puntos de apoyo y paso a paso, en un movimiento sumamente coordinado, comenzó su camino al punto de destino, que no era mucho, tal vez unos seis metros. Un movimiento primario de salida del garaje, luego un giro de noventa grados y luego recto hacia las cimentaciones.-
 
 
 
En la foto pueden apreciar por las vestimentas que era invierno y hacía frío, pero el calor estaba en todos nosotros, producto de las ansias de que todo saliera bien.-
 
Pueden apreciar también las cimentaciones a que hacíamos referencia y sobre las cuales tendría que apoyarse.-
 
                                                                             Y así lentamente, paso a paso, llegamos al sitio final. Cada segundo parecía un siglo.-
Ahora, a quitar los tirantes cruzados, sostener las vigas con más fuerza, e intentar depositar el castillo con la mayor serenidad posible en su ubicación correcta.-










 
Como pueden apreciar, el movimiento se hizo sin los techos de los edificios a los efectos de quitar peso para el traslado. Como éstos quedaban entonces expuestos y frente a la posibilidad de lluvias en los días posteriores hasta que pudieran estar los techos en sus lugares correspondientes, las aberturas están cubiertas con bolsas plásticas para evitar el ingreso del agua de lluvia.-









 
El espíritu que a todos nos unía en ese momento era el de dar lo mejor de cada uno para que todo saliera bien. Todos los movimientos fueron sumamente cuidadosos. Fui descubriendo que por suerte mis cálculos de distancias entre las distintas cimentaciones fueron correctos, diría que casi al milímetro.-





 
Los caños de conducción de la manguera de agua de la bomba y de las conexiones eléctricas de las luces, los até en los mismos muros e inclusive edificios. Pero había que evitar en la bajada final, que quedaran aprisionados entre la loza de base y las cimentaciones. A esa tarea se abocó con mucha diligencia mi amigo Sebastián, que como ven en la foto anterior, no tuvo inconveniente alguno en lanzarse al suelo y ubicarlos convenientemente.-








Agradecimiento

 
Llegado a este punto y aunque pueda parecer redundante, no puedo omitir en forma alguna, mi eterno agradecimiento a los vecinos y amigos que colaboraron conmigo en tan delicada tarea. Destaco fundamentalmente su alto espíritu solidario,  la dedicación y presteza que todos volcaron para que la maniobra fuera llevada a cabo con total éxito.-
 
 
 
 
 
Algunos no están en la siguiente foto que les mostraré, pero están en mi recuerdo y en mi corazón.-
 
 
 
 
 
Gracias Sebastián, Oscar, Nery, Bartolo, Gustavo, Horacio, Gonzalo, Alejandro, Miguel, Pitu y Washington.-







 
 
Estoy haciendo este relato  a principios de junio de 2008. Como ven por las fechas de las fotografías, el mes que viene ya se cumplirá el año del traslado del castillo, coincidentemente, también en el mes de julio, los cuatro años de su iniciación.-
 
En este último año y por diversos motivos, no he podido avanzar mucho en la obra, pero ha tenido alguna evolución que seguidamente detallaré.-




Construcción del foso


 
Luego de ser depositado el castillo en su lugar y cementados sus techos con instalación eléctrica incluída, tenía entonces que abocarme a la construcción del foso circundante.-
 
Era en esos momentos absolutamente consciente que las condiciones de trabajo sufrían cambios realmente notables. Ya no era lo mismo trabajar bajo techo que a la intemperie y además no trabajaría a nivel de una mesa de trabajo como lo había hecho en el garaje, sino que todo lo que seguiría sería prácticamente a nivel de suelo.-
 
Pero bueno, la obra tenía que seguir adelante y a eso me dirigí con los altibajos e intermitencias que anteriormente mencioné.-
 
Repasemos un poco entonces el panorama de lo que tenía hasta el momento:  el castillo apoyado en sus pilares y elevado sobre el nivel de suelo.-
 
Lo primero que hice fue lograr el cerramiento de las aberturas que quedaban entre la base del castillo y el suelo. A esos efectos levanté paredes de ladrillos puestos de canto o espejo y aproveché  esta acción para además amurar los caños que quedarían debajo de la base absolutamente hueca evitando  sus movimientos.-
 
El caño de conducción de la manguera de agua, fue amurado siguiendo la dirección del lugar donde se ubicaría la bomba de agua (tema del cual después hablaré).-
 
En cambio, los caños de las conexiones eléctricas fueron pasados en una misma dirección a través de caños mayores y en dos grupos de tres (tema que también más adelante ampliaré).-
 
 
 
 
 
Algunas fotos del edificio central.-















 
Volviendo al tema de la construcción del foso, lo primero que tuve que construir fué la estructura de hierro que serviría de sustento al hormigón con el cual sería formado.-
 
De acuerdo a lo previamente planificado, la altura del foso, descontando los centímetros de material que formaría su fondo, no sería superior a los 17 o 18 centímetros.-
 
La bomba de agua ya la había comprado y obviamente este escaso nivel no me permitiría que trabajara en forma adecuada. Es más, además de este inconveniente, no me gustaba en absoluto que pudiera quedar a la vista, dado que estropearía visualmente la idea general de que el castillo se viera con el mayor realismo posible.-
 
Teniendo por consiguiente muy presente ambos factores, decidí sumar a la parte trasera del foso, en uno de sus extremos y siguiendo la línea longitudinal del fondo, un pozo con profundidad suficiente como para que la bomba pudiese trabajar dentro de él con buen volumen de agua. Obviamente, este pozo estaría conectado directamente al foso mediante una entrada hacia el mismo.-
 
Esto me daba además la ventaja de poder construir sobre las paredes del pozo un nuevo edificio, de altura menor al resto y con un techo a cuatro aguas que constituiría un elemento nuevo  y diferente a los techos de las otras estructuras ya existentes. Agrego además que la construcción de este edificio, que podría oficiar de granero o depósito auxiliar del castillo, lograba ocultar la bomba que podría hacer su trabajo pasando absolutamente desapercibida.-
 
Para evitar el desequilibrio que se produciría al contar con un edificio en una sola de las puntas posteriores, decidí hacer otro edificio igual en el otro extremo.-
 
Además de lograr el equilibrio requerido, este nuevo edificio, también conectado al foso por medio de una entrada para el agua, me permitía conectarme a la cañería de suministro público y podía colocar allí una válvula de cisterna con el flotador correspondiente, que en el caso de bajar el nivel (por efectos de evaporación o salpicaduras externas), se repondría el líquido necesario en forma automática y evitándome tener que efectuar un control constante para que no faltase el agua. Como en el caso de la bomba, también la válvula y su flotador quedaría bajo techo y no se apreciaría desde ningún ángulo.-
 
 
 
 
 
 
 
Algunas fotos más.-














 
Para el armado de la estructura de hierro, utilicé varillas de seis milímetros de espesor. Como el largo en que vienen éstas es de seis metros, aproveché para que todos los hierros que irían rodeando el castillo, formaran rectángulos de una sola pieza, evitando así la multiplicidad de los empalmes. Esto fue posible  de lograr en la pared del foso que quedaría pegada a la base, no así en la pared exterior del foso ya que el perímetro supera los seis metros e inevitablemente ahí tuve que utilizar hierro extra para complementar todo el largo requerido.-
 
La operación del doblado de las varillas y a los efectos de lograr la mayor exactitud posible, la hice "in situ", o sea, en el mismo lugar. En más de una ocasión, luego de haber hecho el doblado a los noventa grados, surgía alguna diferencia, en más o en menos. Corregía entonces el defecto enderezando nuevamente el ángulo y ajustaba el nuevo doblado a la necesidad que se requería.-
 
Ya que el foso tendría forma de "U", armé los estribos de esta forma haciéndoles en las puntas unos pequeños brazos doblados en el sentido de las varillas tendidas a lo largo y que me permitían, ataduras mediantes, afirmar estos estribos tanto por su parte superior sino que también se atarían por su parte inferior e intermedia.-
 
En el caso del pozo de la bomba de agua, el tema fué un poco más complejo ya que tuve que armar el hierro de forma tal que quedase integrado a todas las paredes. Utilicé una parrilla de varillas para su fondo, luego trazé varillas descendentes y las uní con estribos rectangulares.-
 
En el caso del edificio opuesto y ya que su función sería ocultar simplemente la válvula de cisterna y su flotador, no consideré fuera necesario profundizar su nivel. Por consiguiente mantuve su profundidad a la misma altura del foso en general.-
 
Diseñé, corté y di forma además a las mallas de alambre de tejido utilizado en todo el castillo para hacer luego las paredes de estos últimos y las até a la estructura de hierro para que cuando se llenase el hormigón quedaran formando parte de un mismo cuerpo. La variante que introduje fué en la malla del pozo de la bomba. Acá dejé que dicha malla bajara por la abertura de comunicación del pozo con el foso, a los efectos de que a posterior pudiese atar a ella una malla más fina (por ejemplo de mosquitero), que me permitiría oficiar de filtro e impedir la entrada de basuras a la zona de bombeo, más allá que la propia bomba tiene su propio filtro. Pero una nueva previsión nunca estaría demás.-
 
El siguiente paso fué entonces  armar el encofrado en madera. Recordemos que tenía dos caños a través de los cuales pasaban por cada uno de ellos tres pares de cables para la iluminación de los edificios. La salida de estos caños era ligeramente superior al nivel del suelo y tenían un largo de treinta centímetros para que exedieran el ancho del foso y pudiesen ser conectados luego a una caja de características especiales que después describiré.-
 
Como el nivel de fondo del foso está elevado, esto me permitía que ambos caños pasaran por debajo de él y por consiguiente quedarían totalmente ocultos a la vista. Al armar el encofrado, por supuesto debí hacer los cortes correspondientes para habilitar su pasaje. Armé entonces todas las caras exteriores (las interiores no fue necesario porque el hormigón sería contenido con las paredes de ladrillo que cerraban el hueco entre la plancha de base y el mismo suelo). Luego las interiores, tanto del foso como de ambos edificios y luego de mucho cortar con serrucho, martillo e infinitos clavos, procedí al llenado.-
 
Como en tantos procesos anteriores, esperé el tiempo de secado, luego desarmé y así quedó.-
 
 
 
Las siguientes imágenes son tomas aéreas (desde el techo de la casa, je je), que les darán idea de cómo quedó.-















 
Concluída esta nueva etapa, tenía entonces que abocarme a algunas tareas básicas tales como revocar todas las paredes del foso, tanto por sus caras exteriores como por las del interior, piso, pozo de la bomba de agua y si observan bien en las fotos anteriores, al construir las paredes del foso quedó un borde contra las veredas  que tenía que cubrir con nuevas piedras negras para que estas veredas quedaran completas justo hasta el borde de la pared interior.-
 
El material de revoque que empleé lo hice más fuerte en cuanto a la proporción de cemento que lo habitual. No tenía que olvidar que toda esta zona sería el contenedor del agua y obviamente un lugar que requería tomar las providencias del caso.-
 
 
 
 
 
Ahora, algunas fotos más donde aprovecho la ocasión de mi presencia en ellas, para que por comparación con mi propio tamaño, pueda aquilatarse la dimensión de la obra.-






















Acercándome

 
Concluída esta etapa, me aboqué entonces a la construcción de los dos edificios posteriores, que como ya he descripto con anterioridad, contendrían, uno de ellos la bomba de agua y el otro la válvula de cisterna con flotador que se encargaría de mantener el nivel del agua en el foso reponiéndose en forma automática cada vez que esta acción fuera necesaria.-
 
El que más trabajo me dio fue obviamente el pozo donde se colocaría la bomba de agua, ya que este lo diseñé con una profundidad de setenta centímetros y antes de proceder a construir las paredes del edificio, me dediqué al revocado de sus paredes interiores y el fondo, sobre el cual construí una especie de pequeña meseta, del tamaño aproximado a la dimensión de la propia bomba de agua, de una altura de unos cinco centímetros, sobre la cual se apoyaría y esto permitiría que al succionar no lo hiciese directamente desde el fondo, evitando de esta forma y a pesar de tener su propio filtro, que pequeñas basuritas fueran absorbidas en forma directa.-
 
Mi brazo apenas llegaba a la parte inferior, arrodillado y buscando permanentemente la postura de mi cuerpo que mejor me favoreciera, lentamente fui logrando el objetivo y logrado éste me dediqué (luego de secado el material) a impermeabilizar toda la zona.-
 
Tuve que hacer previamente algunos cortes en la malla de alambre que pasaría a ser el nervio metálico de las paredes de este edificio y doblándolas luego, permitir que mi brazo accediera a la profundidad que he descrito anteriormente (una especie de cajón metálico sin fondo).-
 
Construí luego las paredes de ambos edificios, teniendo muy presente que sus bordes superiores deberían estar perfectamente a nivel para permitir luego el apoyado de los techos que seguidamente describiré.-
 
Para agregar un nuevo formato a los ya existentes, diseñé estos con caídas a "cuatro aguas". Como todos los anteriores, fueron construídos en forma separada, utilizando los mismos elementos (moldes y estructura metálica que los demás.-
 
A continuación les mostraré algunas imágenes ilustrativas del proceso.-
 
 
Imagen de la construcción de las paredes. Incluí además una ventana en la cara de frente con rejas y vidrios de color como el resto.-




 
Aquí estoy con mi amigo Sebastián y se pueden apreciar algunos elementos de trabajo (todos caseros y en cierta forma rudimentarios pero que me permitieron desarrollar las tareas muy bien).-





 
Foto de uno de los techos (todavía en bruto).-





Imagen del edificio de la bomba sin terminar.-






 
Edificio del flotador ya terminado pero sin pintar.-






Aquí ya pintado.-







Banderas

Ya desde el mismo momento de entrar a considerar los colores de los vidrios de las aberturas, había decidido que estos fueran de color rojo y azul. Desconozco las razones por las cuales adopté esta decisión. Me imaginé algo simbólico, tal vez los colores que representan gráficamente a nuestro aparato circulatorio, la sangre representada esquemáticamente en rojo y azul . A lo largo del tiempo y en instancias de conversar con muchos niños como asimismo con personas adultas, recuerdo la visita de una vecina (profesora de dibujo ella), que hablando de este asunto. se imaginó los colores con un simbolismo distinto. Me dijo, por qué no representar estos colores al azul del cielo y al rojo de la tierra ? No entraré por supuesto en el análisis de los orígenes insondables por los cuales uno adopta ciertas decisiones, porque seguramente quedarán en la incógnita. Simplemente engrosarán la larga fila de interrogantes y motivaciones que me han impulsado permanentemente en el desarrollo de todo este proceso.-

 
 
 
 
 
El hecho concreto es que los colores símbolo del castillo son el rojo y el azul y como no podía ser de otra manera, sus banderas también.-
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Les mostraré ahora una serie de fotos con sus banderas colocadas y flameando a todos los vientos.-
 
 

































 
En esta última fotografía pueden apreciar sobre la izquierda, una caja denominada "estanco" donde se efectúa la alimentación eléctrica y sus derivaciones a las distintas funciones, energía para la bomba de agua, luces interiores de los edificios y luces de jardín.-
Dicha caja y los caños de las conexiones ahora visibles, dejarán de serlo, dado que he proyectado hacer unas laderas en todo el entorno de la fuente que me permitan tener una visión elevada con respecto al nivel de suelo de jardín, simulando el castillo estar enclavado en un promontorio.-



El día "D"

 
Colocado el secuenciador de luces y su correspondiente transformador a doce volts para que las luces funcionen a este voltaje con el objetivo de evitar cualquier riesgo de cortocicuito, efectuadas las distintas conexiones y la instalación de cuatro llaves dentro de la casa que me permitieran controlar desde allí las distintas funciones, sólo me restaba colocar la válvula de cisterna con su flotador. Hecho todo esto y sin colocar aún los techos de ambos edificios, procedí entonces a habilitar el pasaje del agua. Esta comenzó a fluir dentro del foso y lentamente y en forma simultánea también comenzó a llenarse el pozo de la bomba. Al llegar el nivel máximo del pozo, todo el caudal comenzó a subir en forma pareja. El agua subía y mi incógnita hasta dónde lo haría también crecía. La altura que había dispuesto para la colocación de la válvula había sido aproximada. No podía de antemano saber con exactitud el momento en que la presión del agua sobre el flotador cerraría la válvula. Pero una vez más, cuando pensaba que esto ocurriría demasiado tarde y tal vez el nivel se elevase demasiado con respecto a lo requerido y esto hubiese significado introducir alguna modificación de la altura del flotador, el flujo se cortó y la altura quedó perfecta. Una primera alegría. Me faltaba ahora despejar la duda del funcionamiento de la bomba. En una extraña mezcla de dudas y certezas, apreté la llave de alimentación y el agua comenzó a surgir con fluidez y para mi enorme beneplácito aquello que había comenzado como un sueño, tomaba en ese momento su forma final.-
 
 
 
Esto ocurrió el día 17 de noviembre de 2008, fecha en que considero quedó inaugurada oficialmente mi obra, sin cohetería, sin luces de artificio, sin bombos ni platillos, pero con miles de luces en mi mente, en mi corazón y en mi espíritu.-
 
 
 
 
 
El sonido del agua al caer era como música para mis oídos.-












Toque de distinción

 
Realmente un placer oír y ver el agua fluir en distintas formas, unas generadas por distintos picos que fui intercambiando para ver sus múltiples efectos. Algunos eyectando el agua en chorritos con forma de flor, otros en forma circular y dependiendo de cuanto cerrara o abriera su salida, formando globos, o una forma de medusa e inclusive forma de paraguas que con vientos suaves dan la impresión de bailar estrechamente y al ritmo de los flujos del aire.
 
También los ocho pequeños chorros de los cañitos que permiten el desagüe del techo principal, se suman imponiendo no sólo un movimiento, sino además el ritmo a toda la sinfonía.-
 
Por último el foso, generoso al brindar el agua, pero compensado en forma permanente con el retorno del líquido elemento.-



El foso y el puente levadizo








Poniéndole color

 
Extasiado en la contemplación de tanto movimiento, ver los círculos concéntricos que se formaban en los caños de retorno y las gotitas al golpear el agua del foso, no pude contener la impresión de que allí algo faltaba. Tenía un volumen importante de agua, tal vez superior al metro cúbico. Cómo podría aprovechar eso para imprimirle a la obra algo más de vida, esa era mi interrogante. Tal vez muchos de ustedes ya se lo deben estar imaginando. A continuación algunas fotos de lo que se me ocurrió.-



Pecesillos de colores !!!







 
Por supuesto que el tema cría de peces para mi era algo absolutamente nuevo. Pero como siempre, tuve la fortuna en esta ocasión de conocer a un excelente matrimonio, dueños de un comercio llamado El Cangrejo Rojo, que les encantó la idea. En principio les expliqué las condiciones de la fuente y se evaluaron las posibilidades de que allí pudieran criarse peces. Teóricamente parecía posible, pero había que comprobarlo. Me vendieron entonces un solo pecesito, que oficiaría como una especie de conejillo de indias (a pesar de ser pez). Si sobrevivía a las veinticuatro primeras horas, eso significaba su adaptación al ambiente y podía en ese caso sumar más.-
 
Recibí de estas maravillosas personas todos los consejos necesarios para que el pequeño animalito no sufriera los cambios de ambiente. Primero en la misma bolsa con agua en que venía debía mantenerlo dentro del foso por razones de aclimatación. Transcurrido cierto tiempo, tuve que mezclar lentamente las aguas y al fin proceder a liberarlo.-
 
Era ya la tarde avanzada, casi anocheciendo. Esa noche me costó mucho dormir pensando en el animalito. Estaban además los posibles depredadores, pájaros y gatos (inclusive mi propia gata), quienes podrían haber terminado con su vida, mi proyecto y mi ilusión.-
 
Me levanté más temprano que nunca y apenas me resultó posible, fui directamente al foso y.....sorpresa !!!, mi amigo el pescadito andaba como loco por todos lados. Esa misma tarde le traje unos cuantos amigos más para que no se sintiera tan solo.-
 
Otro placer fué alimentarlos, al principio algo asustados por mi presencia, pero el hambre es más fuerte y lentamente se fueron acostumbrando.-
 
Dos días después tuve el enorme honor de recibir la visita de estos comerciantes quienes quedaron maravillados con la obra y me dejaron la enorme satisfacción de corroborar que todas las condiciones de filtración y oxigenación estaban dadas y que mis pecesitos gozaban de excelente salud. También para ellos mi eterno agradecimiento, gracias Alejandro y Alejandra.-
 
Pero faltaba algo más. No podía ser que estuvieran nadando simplemente entre un fondo y dos paredes y entonces......


Rocas y plantas






Fotos "aéreas"










Algunas nocturnas






















Niños


Trepados al muro.-





Casi tocándolo.-





El corazón de Lucía (una amiguita).-





Estalla de alegría !!!!!






Reflexiones finales

Innumerables son las expresiones positivas que he recibido a lo largo de todo este proceso. Un camino que por momentos parecía casi infinito, complejo, extraño, plagado de dificultades y soluciones, pero por sobre todas las cosas, altamente satisfactorio. Un camino que como seguramente comprenderán, ha significado una parte importante en mi vida.-
Dichas expresiones me han llegado y seguramente así proseguirán, de personas de las más diversas condiciones. Muchas en forma directa, amigos, vecinos, personas que accidentalmente pasaban por el lugar o que alguien les había informado de la existencia de este, mi castillo-fuente.-
Otros lo han hecho por otras vías, correos electrónicos, formulario de contacto o libro de visitas en la propia página web.-
Pero ciertamente un hecho que siempre me ha conmovido, es ver la sorpresa y alegría en los rostros de los niños, que algunos de ellos prácticamente crecieron simultáneamente con el castillo.-
Sus sonrisas, miradas de asombro y cientos de diálogos donde se planteaban mil interrogantes que despejé en forma permanente y con gran placer.-
Por supuesto que fué muy ardua la tarea de llevar adelante el proyecto. Muchas veces sin ganas, agotado y buscando inspiración para encontrar soluciones a los inconvenientes, relegando asimismo muchas veces otras cosas que requerían mi atención.-
Pero al conversar con los niños, con quienes incluso muchas veces jugamos en el castillo con reyes, reinas, príncipes y princesas imaginarios, el ver esas sonrisas y ojos en los cuales se reflejaban vivencias de un mundo encantado, comprendí totalmente que éste, mi gran esfuerzo, realmente pagó la pena.-
A ti amigo lector, mi agradecimiento por el tiempo que me has dedicado y aliento la esperanza de que, de alguna forma, ese tiempo que has invertido aquí, no haya sido perdido.-
Nuevamente gracias y hasta siempre:

Luis Alberto Martínez Ibáñez
(Uruguay)







 

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